miércoles, 18 de mayo de 2011

Evitar la triangulación. Consejos para los padres.

Cuando una pareja se divorcia o mantiene una relación inestable, en muchos de estos casos hay un tercer implicado, el hijo, al cual le tocan las peores consecuencias.

Los dos progenitores intentan ganarse el cariño de su hijo, mediante sobornos o poniéndolo en contra del otro progenitor.
La presión que en estos casos puede sentir el niño, por el miedo de perder a uno o a otro, y por querer intentar ayudar a ambos puede afectarle a su desarrollo emocional.

El divorcio nunca es fácil para los niños, pero existen muchas formas de que los padres atenúen el impacto de esta situación en sus hijos. A continuación citaré algunos posibles consejos para los padres:

- Los padres que se encuentren en situaciones de este tipo deben intentar tener al niño lo más alejado de esta situación, evitar mostrar tensión en su presencia con el fin de que no le perjudique y se mantenga al margen.

- No utilizar al niño como mensajero entre ambos progenitores. Cuanto menos se sientan ellos parte de la pelea entre sus padres, mejor entenderán la situación.

- En casos en que los padres estén separados, animar al niño a ver al otro progenitor con frecuencia, nunca intentar ponerle en su contra. Hacer todo lo posible por estimular las visitas.

- Tranquilizar a los niños haciéndoles entender que ellos no tuvieron ninguna responsabilidad en la separación. Muchos de ellos asumen como propias las causas de la ruptura.

- No desacreditar al padre/madre delante de los hijos, ya que ellos se sienten “parte de su mamá” y “parte de su papá”, con lo que la crítica puede dañar su autoestima.

- En casos de divorcio, recordar que sus propios intereses no son los de los hijos, por lo que no deben incluirlos en ninguna negociación.

- Dentro de lo posible no efectuar demasiados cambios en la vida de los hijos. Si además de soportar la separación deben cambiar de residencia y de escuela, tardarán mucho más en superar el trauma del divorcio de sus padres.

- Muchas veces los hijos de padres separados pueden ser estimulados a actuar como “corresponsal” en la casa del padre o madre. Hay que tratar de no pedirles que cuenten nada que no sea del interés de ellos. Hay que dejar a los niños ser niños.